Retomamos con otro periodo para nuestro blog, en el que hablaremos de forma cercana y fácilmente comprensible sobre distintos temas vinculados a la psiquiatría y psicoterapia, es decir, temas que están en nuestro día a día y que pueden resultar de gran interés para todos. Si te interesa la temática y te apetece mantenerte al día, te esperamos cada mes con un nuevo artículo, puedes seguirnos en Facebook, LinkedIn y Google + para no perderte nada.
Y ahora, comencemos con una pregunta clave: ¿Por qué no hay que llegar al límite para contar con un psiquiatra y psicoterapeuta?
Pueden surgir miles de situaciones en tu vida por las que sea recomendable que cuentes con un psiquiatra que trabaja en psicoterapia. No creas que deben ser muy graves, más bien, siempre que detectes que algo puede mejorar, que no te sientes realmente bien, que “no levantas cabeza” o notes síntomas vinculados a la depresión, ansiedad…, será un buen momento para comenzar una terapia psicoanalítica.
Ten en cuenta que cuanto antes empieces a trabajar en tu salud mental, mejores serán los resultados. Vamos a poner un ejemplo:
Imagina que te haces un esguince de tobillo. Si vas al traumatólogo pronto, y sigues sus indicaciones, seguramente en pocos días estarás recuperado. Sin embargo, si fuerzas el tobillo o no tomas la medicación adecuada, al final puedes llegar a tener un problema mayor y sufrir más dolor.
En el caso del ejemplo seguro que lo tienes claro: hay que acudir al médico cuanto antes.
Sin embargo, es muy típico esperar a que llegue una situación límite para tomar medidas y asistir al psiquiatra o psicólogo. Esto se debe a que aún hay personas que se auto-estigmatizan por sentirse mal y piensan que si van al psiquiatra serán señalados como enfermos, en lenguaje coloquial: “como locos”.
A pesar de esto, tomar la decisión de asistir a terapia a tiempo puede ser clave, sobre todo para no sufrir de forma innecesaria hasta llegar a la situación de “ya no puedo más, necesito ayuda urgentemente”.
Puede que te estés planteando las siguientes preguntas: ¿Cómo yo podré saber lo que te pasa? o ¿cómo podrás transmitírmelo, si ni tú mismo sabes qué te ocurre? y por supuesto ¿cómo trabajaremos para que tu situación cambie?
Gracias a mi metodología de trabajo, desde el Enfoque Modular Transformacional de la mente humana, iremos dando respuesta a todas estas preguntas. Sabremos lo que te ocurre, te ayudaré a transmitírmelo, y estableceremos la estrategia de trabajo.
Cuando te duele la espalda, acudes al traumatólogo. Seguramente no sabes cuál es la causa, ni por supuesto el tratamiento. Necesitas de su diagnóstico y plan de intervención para acabar con la enfermedad. Lo mismo debería suceder cuando sientes que tienes un problema vinculado a la Salud Mental, sólo que, en este caso, el doctor especialista es el psiquiatra. Gracias a mi experiencia y estudio detectaré lo que te ocurre y diseñaré las intervenciones necesarias.
¿Qué es psicoterapia desde el Enfoque Modular Tansformacional?
Dentro de la psicoterapia hay distintas formas (enfoques) para tratar un problema/enfermedad que nos pueda surgir. Ten en cuenta que trabajamos con una ciencia social, por lo tanto, no todos los psicólogos/psiquiatras utilizamos los mismos métodos, sino que hay distintos “caminos” que se pueden tomar dependiendo de los objetivos que se marque el profesional.
En mi caso, trabajo con el enfoque Modular Transformacional que es utilizado desde una perspectiva psicoanalítica. Gracias a él puedo llevar a cabo una terapia activa, específica y flexible.
Activa: es una terapia que va desarrollándose en el tiempo y adaptándose a los cambios que se van produciendo. Aunque se marque una estrategia a seguir en inicio, cada caso es especial, y siempre se tendrá que ir adaptando según su evolución.
Específica: no se trabaja con un modelo rígido al que el paciente tiene que adaptarse. Más bien, es la terapia la que se personalizada dependiendo de las características del paciente, de su cuadro clínico.
Flexible: además del enfoque psicoanalítico, puede tener influencias de la psicología cognitiva o de la neurociencia, no está cerrada a técnicas que puedan ser beneficiosas en la evolución del paciente.
El primer paso: estudio en profundidad
Cuando un paciente llega a consulta, el primer paso es realizar una evaluación detallada que permita conocer su sintomatología (lo que siente, sus comportamientos, etc.), pero también, los motivos por los que se siente así. Gracias a esta evaluación, se obtienen los porqués, no quedándonos sólo en la superficie (síntomas).
Alguna vez he escuchado que a los psiquiatras se nos vincula únicamente con la medicación; que recetamos medicación para controlar los síntomas, pero que no vamos a la raíz del problema. Sin embargo, esta idea está lejos de la realidad.Dentro del enfoque psicoanalítico profundizar es clave para que los síntomas no se sigan arrastrando a lo largo del tiempo.
La necesidad de medicación o no es un elemento más a valorar por el psiquiatra, en mi caso como complemento a la terapia, pero ni en todos los casos se utiliza ni es lo único en lo que focalizarse.
Diseño de las intervenciones que sean necesarias
Una vez realizada la evaluación toca intervenir, pero siempre teniendo en cuenta que cada cuadro clínico es distinto, por eso se utilizan técnicas que se adaptan a la situación del paciente y no al revés. En esta etapa se plantean los objetivos terapéuticos y la estrategia de trabajo.
La finalidad no es modificar los síntomas únicamente, sino cambiar los rasgos del paciente que se los están produciendo: el sufrimiento, el estrés, la ansiedad, la adicción…Los síntomas son sólo la consecuencia de una causa, son la punta del iceberg, pero es a la base a donde tenemos que ir a trabajar para que se produzca el cambio. Por lo tanto, se busca un cambio real, que tendrá efectos a lo largo de toda su vida.
En resumen, este enfoque me permite trabajar con el paciente teniendo en cuenta multitud de dimensiones, asumiendo que la psique es compleja y que no se pueden tomar atajos cuando hablamos de algo tan importante como nuestra salud mental.